Desde el cambio de contadores en el alumbrado público realizado por Iberdrola, en la que la potencia contratada era inferior a la de iluminación, se realizaron instalaciones de brazos en el alumbrado público con lamparas de ahorro y se apagaron las bombillas altas para evitar cortes. Con ello se redujo el consumo y se mantuvo la visibilidad de las zonas de acera de la Avenida Génova, calle Nápoles y calle Pisa.
El mantenimiento con lámparas de bajo consumo que ha reducido la potencia consumida, ha permitido recuperar la iluminación superior de estas dos calles y aumentar la visibilidad de la zona.